De nuevo surge este sentimiento como una gota congelada en tiempo, como una pesadilla o un sueño muy profundo donde no se si estoy vivo entre la imaginación y el silencio volando con el viento, o enterrado dentro de un cuerpo.
Todos se van, todos se pierden el horizonte de nuevos universos, pero seguimos siendo los mismos pensamientos atrapados en la materia.
Nacemos en mandas y nos morimos en soledad, porque nunca fuimos y nunca estuvimos, simplemente nos enamoramos de los sentimientos de estar vivo, de creer que somos eternos cuando nos palpita fuerte el corazón y amamos con pasión.
De nuevo surge ese sentimiento como un momento que se repite en el tiempo y me hace retroceder para saber que en el presente estoy vivo y, que el futuro estaré muerto. No me llevo nada porque nunca tuve nada, solo fui un soplo de aliento que el viento hizo volar entre la tierra el mar y el cielo, para llegar hasta las estrellas y desvanecer mi consciencia.
Morimos al nacer porque nunca estuvimos vivos, el amor fue nuestra única existencia, tan solo pasamos por aquí para buscar y encontrar nuestra alma gemela, para despertar el dios de nuestra consciencia que duerme entre la realidad y la fantasía de estar vivos.
Juan Jose Soleil
No hay comentarios:
Publicar un comentario