El atardecer llega con la luz rojiza del horizonte
Acostado en el monte veo parpadear las primeras estrellas que se asoman al morir el día
Mis pensamientos miran a los lejos sumergiéndome en un mar estelar
Las montañas que se pierden en el firmamento arropan mis deseos de ser libre del instante en el que creo que nada tiene sentido
Desde el norte sopla un viento frío llevándose otro día mas en la tierra
A través de las ramas que bailan con la brisa brilla la luna llena que alza su vuelo hacia la inmensidad del cielo
¿Cuanto tiempo ha pasado desde que estoy vivo, desde que tengo consciencia, desde que estoy aquí acostado en medio de la nada?
Los planetas siguen su curso, el mundo sigue girando, sabrá dios, cuantas veces se ha repetido este mismo pensamiento en otras personas ajenas a mi existencia
De nuevo sopla un viento frío que cantando con su silbido, me trae devuelta a la sabana
Este paisaje es indescriptible, fusionándome con la naturaleza a millones de kilómetros de cualquier cuidad, me siento infinito, me siento inmenso, me siento enlazado a cada pequeña partícula de este ecosistema.
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